Secretos de la Memoria

cerebro

El mundo actual nos obliga a cumular información, pero el cerebro responde al desafío con mayores olvidos. Muchos factores modernos influyen para que la memoria sea en la actualidad, un laberinto por desentrañar.

Olvidar un nombre o un número de teléfono puede ser muy fastidioso. Algo así como sentir que el cerebro nos desobedece o que envejece contra nuestra voluntad. Pero probablemente hace 50 años los inoportunos olvidos no generaban la preocupación y la angustia que hoy nos ocasionan. “La neurobiología conoce muy bien la localización de la memoria en el cerebro y qué cambios se producen en el sistema nervioso cada vez que uno aprende algo nuevo. Pero hoy día nadie sabe con exactitud qué es la memoria y cómo está codificada”, afirma el doctor Alejando Delorenzi, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Básicamente el aprendizaje de la memoria tiene tres grandes instancias: adquisición, formación o consolidación y la etapa de evocación.

¿Qué es un olvido?
Cuando una persona aprende algo y no pude evocarlo o traerlo del rincón donde quedó guardado, se trata más bien de una amnesia o falta de memoria. Lo que comúnmente denominamos olvido sería algo aprendido y guardado en la memoria, que después no se puede evocar.

Otra cuestión es cuando directamente no se ha formado la memoria, y, por lo tanto, no hay forma de traerla, como sucede en algunas personas con patologías que han alterado su capacidad de formación de los recuerdos.

En el caso de una persona estresada, ésta se encuentra en un estado conductual con una fuerte respuesta de todo el organismo y con liberación de sustancias químicas en el cerebro. Entonces, los circuitos neurales que están involucrados bloquean a los que tienen que ver con la evocación. El estrés obstaculiza y disminuye la situación estresante. Por ejemplo durante una persona puede no recordar un dato y más tarde lo recuerde.

También puede haber relación entre cuestiones afectivas y capacidad de recordar, puesto que por cuestiones emocionales y motivacionales uno puede guardar más a menos algunas cosas, especialmente prestar más atención, poner mayor entusiasmo y predisposición para aprender algo nuevo. Hay gente a la que le cuesta mucho recordar cosas que lee. Sin embargo, cuando se le pregunta por un partido de fútbol lo recuerda muy bien.  Lo motivacional es un factor fundamental en la consolidación de la memoria.

 

Para aprender mejor
En la investigación “La novedad aumenta la evocación de la memoria” el profesor Jorge Medina de la Faculta de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, explica los mecanismos moleculares que suceden en el cerebro en este caso. A través de una situación de alerta se puede aumentar la capacidad de evocación en un 100%.

Si se enseña algo a una persona y al día siguiente se le pide que lo cuente, pero un rato antes le presentamos una novedad, un ambiente nuevo, una música, unas pinturas, es decir, la ponemos en estado de alerta pero no de estrés, la evocación de la memoria mejora en un 100%, revela el investigador. Esto sucede dentro de un tiempo limitado anterior a la evocación. Pero si esta estimulación se hace varias horas antes de la evocación no surte efecto.

Por el contrario, si esa misma novedad es presentada inmediatamente después de la instancia del aprendizaje, en general, no se guarda el original, porque la novedad interfiere en el proceso de formación de la memoria anterior. A esto se le llama interferencia o amnesia retrógrada, inducida por la novedad. Es frecuente si estamos dispersos y no focalizarnos bien la atención en lo que queremos fijar. Eu una sociedad donde recibimos múltiples y simultáneas informaciones, muchas veces lo que consideramos un olvido es simplemente algo que no se registró o se hizo de manera débil. Pero esto no es algo patológico.

 

Ejercicios para la memoria:
-Si se quiere recordar un número de teléfono puede imaginar una sala de su casa donde hay tres cuadros: en el primero ubica las dos primeras cifras, en el segundo las siguientes y en el tercero las últimas. Al revisualizar el ambiente tendrá en su mente el número de teléfono.
-Cuando vaya al supermercado agrupe los productos, por ejemplo, en lácteos o artículos de limpieza. Es que el cerebro recuerda mucho mejor conjuntos que elementos aislados.
-Aprender un idioma es también un excelente ejercicio para mejorar la función cognitiva.

 

 

Fuente de origen: Secretos de la Memoria. Diario El Comercio, Lima, 13 de agosto de 2000, p.6, Suplemento F Bienestar.
Fuente de la foto: http://bit.ly/1ijpIcp

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