Toda furia lleva al fracaso

Halcón PeregrinoUna mañana, Gengis Kan, llevando en el brazo a su halcón favorito y acompañado de su séquito, salió a cazar. Sin embargo, no consiguieron encontrar nada. Decepcionado, el mongol volvió a su campamento, pero para no descargar su frustración en sus compañeros, se separó de la comitiva y decidió regresar solo.

La ruta escogida resultó más larga de lo esperada, Kan estaba cansado y con sed, los riachuelos que cruzaban el camino estaban secos. De pronto, vio un hilo de agua que caía de unas rocas; dejó al halcón a un lado y, cogiendo su vasija, la llenó de agua. Cuando se disponía a beberla, el halcón le arranco la vasija de las manos.

El guerrero se enfureció, pero como era su animal favorito, pensó que tal vez también, tenía sed. Recogió el cáliz, lo limpió y volvió a llenarlo. Con la vasija llena por la mitad, de nuevo el halcón se la arrancó y derramó el líquido.

Kan adoraba a su animal, pero sabía que no podía dejar que se le faltara el respeto, ya que alguien podría estar asistiendo a la escena desde lejos. Sacó la espada de su vaina, cogió el cáliz y se puso otra vez a llenarlo. Esta vez, cuando llenó la copa lo suficiente y se disponía a beber, el halcón de nuevo levantó el vuelo en dirección a él. Kan de un golpe certero, le atravesó el pecho.

Pero el hilo de agua se había secado. Ansioso por beber, subió al roquedal en busca de la fuente. Para su sorpresa, vio la poza de agua y, en medio de ella, muerta, una de las serpientes más venenosas de la región. Si hubiese bebido del agua estaría muerto.

Kan, muy dolido, volvió al campamento con el halcón muerto en sus brazos y mandó hacer una reproducción en oro del ave para eternizar su memoria.

Cualquier acción movida por la furia es una acción condenada al fracaso.

Reflexión comentario:

Debemos atraer siempre pensamientos positivos, si pensamos en fracasos, derrotas y frustraciones eso es lo que vendrá a nosotros. Pensar con optimismo y ser perseverantes en conseguir nuestros objetivos y metas trazadas.

Bibliografía:
Tropezar Quizás… ¡Rendirse jamás! Lima: Corporación Editora Chirre S.A. 2012, p. 29.
Procendencia de la foto: http://bit.ly/1OfeHV6

Reflexión comentario: Miguel Angel Canales Goycochea

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